Yo me paraba supermultiestelar con una constelación de astros en la cabeza, en los ojos, en las manos, entre el ombligo, salsero, chacotero, metabardero; a los costados de mis hombros iban y venían las doncellas cumbianteras. Yo también iba, porque uno siempre anda yendo pa el lado que el sabor le tira; y viboreaba, por la veredita hasta llegar a la entrada atronadora del Samber. A todas luces.